Este magnífico edificio en el centro de la capital de San Luis Potosí alberga la colección de 2,500 máscaras donadas por el Ing. Victor Moya.
A inicio de noviembre colocan uan ofrenda de muertosa en el patio principal y explican el contenido de dicho montaje funerario.
Adentro, narran como es que en la antigüedad un sacerdote usaba una máscara para realizar el ritual funerario de un personaje fallecido, y luego esa misma máscara era colocada en el rostro del difunto empetatado. Además, se colocaba el cadáver de un perro que portaba la máscara del dios Xólotl, de modo que le otrogaba poderes especiales para guiar al humano difunto por ultratumba hacia su último destino.
También se exhiben máscaras europeas aprovechando los hermosos salones que
posee el recinto.